Érase un hombre bueno
fama de trabajador
sin mucha suerte en el juego
le iba bien en el amor.
La vida le sonreía
y el hombre se lo creyó
y en cosa de unos meses
su futuro se torció.
Malos tiempos para todos
pobre hombre se estresó
se quedó sin su trabajo
y el dinero se agotó.
Por cuestión de mala suerte
su querida lo dejó
y entre una y otra cosa
la salud se le jodió.
Ya no ríe, ya no canta,
ya no cree en el amor;
ahora vaga por el mundo
muerto en vida, sin color.
Ya no ríe, ya no canta,
ya no cree en el amor,
y las putas son muy caras
poco menos el alcohol.
EU
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